¿Dónde nos lleva el amor?
El hambre, dijo una vez un poeta, es el deseo más intenso que conocemos la primera lección que aprendemos, pero el hambre puede calmarse fácilmente, saciarse con facilidad. Pero existe otra fuerza, un tipo diferente de hambre, una sed insaciable que nunca puede calmarse, su existencia misma es la que nos define, la que nos hace humanos. Esa fuerza es el amor.
Mucha gente intenta evitarle, o protegerse de él por el miedo al sufrimiento que puede producir perderlo, pero yo creo que ya solo el hecho de sentirle a todos los niveles es lo que realmente nos hace poder conseguir metas que ni nos habíamos propuesto.
Es su puro sentimiento lo que nos hace seguir adelante y levantarnos, es no sólo el amor a una pareja lo que nos da la vida, sino también el amor propio, el amor a descubrirse, a entenderse y a quererse tal y como uno es. Los demás amores siempre serán complementarios a él, unos harán que sumes, pero otros harán que restes.
El amor o se siente o no se siente, pero es algo que no se aprende. Es un sentimiento puro que evoluciona a la vez que nos vamos construyendo a nosotros mismos, que evoluciona al aceptar nuestro yo presente, y valorarnos.
Podemos llenarlo de adjetivos que dependiendo del grado le ponen un calificativo u otro. Pero el sentimiento sigue siendo amor.
Podemos llenarlo también de historias, de ilusiones pero lo que si tengo seguro es que lo único que lo alimenta son las realidades sino el fuego tan característico de este sentimiento se irá apagando hasta quedar en brasa o en humo. Pero el sentimiento seguirá existiendo aunque lo apliques a otras personas.
Estará dentro de ti, es inherente a la persona, nadie te lo podrá arrebatar nunca, la diferencia es en quién lo depositas y el daño que produce en el caso de que haya algún sentimiento negativo de por medio.
Siempre lo digo, es el sentimiento que más feliz me ha hecho y a la vez el que más daño me ha producido con su ausencia. Pero a la hora de la verdad siempre está guardado esperando a ser entregado otra vez. Esperando a que lechen leña para resurgir.
Una vez alguien me dijo que era muy fácil amar y muy difícil desamar, por aquel entonces era muy pequeña y no lo entendí muy bien, solo tenía miedo a que los que yo quería me dejaran de querer de repente.
Hoy me limito a poner filtros a la hora de entregar algo de mi a quien sepa valorarme y aceptarme. Es verdad que los filtros no siempre funcionan y que cuando una persona te llega al corazón no h
ay ni filtro ni puerta ni candado que valga. Entra sin llamar y por mucho que se intente aplicar todo lo que has aprendido durante tu camino no tienes barreras suficientes para evitarlo.
Con lo cual vamos a sentir lo que tengamos que sentir y ya veremos donde nos lleva ese amor.
![](https://static.wixstatic.com/media/331e96_b40e38f395dd411fa413fc0dd09a4f14~mv2_d_1378_1378_s_2.jpg/v1/fill/w_980,h_980,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/331e96_b40e38f395dd411fa413fc0dd09a4f14~mv2_d_1378_1378_s_2.jpg)
Comments