El mundo al revés

Vivo en un mundo en el que se aplaude a los violadores, en el que las víctimas no son víctimas sino causantes y culpables de su dolor, y que en vez de ampararlas se las juzga y repudia.

Vivo en un mundo en el que el color de la piel sigue siendo un estigma, y en lugar de castigar quién comete luna injusticia y recriminársela se castiga a la persona que ha sido atacada.

Vivo en un mundo en el que la valentía se atribuye al ataque en vez de a la fortaleza, ala admiración y al respeto. Un mundo en el que la cobardía se valora, se admira y se protege.

Vivo en un mundo en el que tener una voz más alta se premia más que a los propios valores y a la educación.

Vivo en un mundo en el que el cariño se transmite a través del sexo y en el que las caricias o los abrazos son pura artimaña para un mismo fin. Un mundo en el que el sexo supera a los sentimientos, en el que va conquistando a mas y más personas alejándolas cada vez más de lo que sienten.

En un mundo en el que nadie quiere luchar por lo que no le gusta porque callarse es lo más fácil y total una voz no sirve de nada.

En un mundo en el que las amistades son intereses, con tarjeta de cambio y vale de regalo. Y que decir de las modas que controla a la mayoría.

Un mundo donde quien aboga por el respeto y los valores no es más que pura demagogia. Donde los carteles superan a las personalidades porque es más importante llevar un cartel puesto [hetero, homo, bi, trans...] supera lo que es ser persona.

Un mundo en el que el respeto no implica la felicidad del de al lado, sino la felicidad de la propia persona pasando por encima de quien o lo que sea. Donde el egoísmo es el mayor gobernante y autoridad soberana.

Donde la sonrisa solo se considera un arma de seducción o un estado de embriague o simplemente una farsa.

En conclusión, vivimos en un mundo en el lo que se le debería de dar valor se le resta importancia, en el que lo que se debe repudiar y castigar se aplaude y se venera. En el que una mirada cálida no tiene validez en el que muchas veces se escudan en unas redes sociales frente un cara cara o una mirada directa. Pero en este mundo estamos todos, y de todos depende que siga siendo así con lo cual, os animo a pensar si realmente éste es el mundo que os gusta o no, porque de todos nosotros depende que siga siendo así, somos la generación del cambio, los llamados milenials y está en nuestra mano hacer de esta generación lo que deseamos que impere nuestra vida. Y yo por lo menos prefiero vivir tranquila y feliz sonriendo y viendo al de al lado mío en las mismas condiciones.