Los mundos del ayer y del hoy
Actualizado: 19 oct 2018
Hay tantas cosas que han cambiado en tan poco tiempo que a la vez conviven y perduran en este que no nos damos cuenta de lo valiosas que son y de lo bien que haríamos fusionando lo bueno de una y de otra. Pequeños detalles que ya no se tienen en cuenta pero a la vez somos muy quisquillosos con los estereotipos y la fachada. He aquí un ejemplo:
Me acuerdo que de pequeña la gente mayor, sobretodo los hombres antes de salir de casa siempre iban afeitados, con sus zapatos recién limpitos, las señoras con sus joyas, sus morros pitados aunque no tuvieran el tiempo que tenemos nosotros de mostrarlo al mundo. Y hoy en día me cuesta ver ese tipo de detalles, el único culto que veo es el culto al cuerpo. Dónde se quedaron esas tradiciones que no eran símbolo de nada pero si de atención a sí mismos. Incluso los que tenían barba iban mínimo una vez a la semana arreglársela o aprendían para hacerlo en casa. Y no necesitaban ni ropa de marca, ni redes sociales… ellas se ponían sus rizos por la noche o usaban la toga. Hoy somos muy cómodos y a la vez suerficiales y muy críticos con el aspecto de los demás- Yo lo encuentro un tanto contradictorio.
Me acuerdo que mis abuelos nunca salían de casa sin la ropa planchada, y hoy me cuesta ver a gente con una camisa bien estirada, pero claro como se lleva lo informal y a lo otro se lo llama vintage. Si vas arreglado eres pijo pero si no eres cani o choni o vete tu a saber.
Lo que aprenderíamos uniendo ese tipo de cosas, al igual que con el vocabulario, la escritura, las nuevas y viejas tecnologías. Porque para entender las nuevas hay que pasar por las viejas.
Personalmente admiro la memoria de la gente de ayer, se lo aprendían de memoria y no había mas, hoy tenemos todo muy a mano, no quiero decir que sea malo.
Y que deciros ya del amor y el respeto que tienen esas personas, están a otro nivel, ellos si que saben qué es el amor de verdad con sus más y sus menos, la entrega real y sobretodo el respeto en mayúsculas.
Ojalá fuésemos capaces de fusionar todas las ventajas que tenemos ahora, con los valores de antes la pasión y el respeto. Y no como parece que se está haciendo ahora que se está superponiendo el hoy al ayer. Escuchemos un poco a nuestros mayores y apliquémoslo a nuestras vidas porque seguramente nos enriquezca como personas.
ความคิดเห็น