Todo llega cuando tiene que llegar

Como ya os he escrito en más de una ocasión, confío mucho en que la vida tiene un propósito el cual va cambiando de acorde a las decisiones que vamos tomando.

Toda nuestra vida está, por así decirlo, organizada por etapas y en cada una de ellas vamos adquiriendo experiencias, conocimientos, etc pero una etapa nos prepara para la siguiente y así continuamente.

Y como es así la vida nos pone al lado las herramientas necesarias para superar esas etapas y que sigamos poco a poco madurando, unas etapas serán más felices y otras menos, pero todas son necesarias.

Hay veces que estando en una etapa nos encaprichamos de una herramienta que ya deberíamos dejar ir o todo lo contrario, nos queremos aferrar a otra que no tenemos pero deseamos pero que sólo aparecerá en la siguiente.

Con esto a donde quiero llegar es que debemos de vivir el presente, que todo lo que deseamos tarde o temprano llegará pero todo a su debido tiempo y cuando estemos preparados y cuando llegue tenemos que vivirlo como si no hubiera un mañana porque no sabemos si lo tendremos, o si podremos disfrutar de ello en nuestra siguiente etapa o se quedará con nosotros a lo largo de nuestra vida simplemente no conocemos el futuro, no somos ni seremos dueños de él nunca.

Lo único que tenemos es el presente, todo lo que demos será devuelto a nosotros pero solo y exclusivamente cuando estemos preparados para agarrarlo y abrazarlo porque si no lo aprovechamos se irá volando cual pluma al viento y... ¿quién sabe si volverá?

Debéis tener en cuenta que las plumas vienen de los pájaros, y como los pájaros si los aprietas se ahogan, en caso de las plumas se escurrirán entre los dedos por la suavidad que las caracteriza, pero si abres la mano totalmente el pájaro echa a volar y la pluma se la llevara el viento el tiempo.

Así que aprovechar el momento, a quien y lo que tengáis al lado, aferraros solo a lo que os hace bien, lo malo dejadlo ir y paciencia que todo llega cuando estemos preparados para vivirlo.